miércoles, 21 de diciembre de 2011

Testimonio de un masón

 

Por Carlos Montiel

Noviembre de 2011

 

 

La fascinación por el misterio, el ocultismo, los saberes antiguos, el poder y la pertenencia a una élite conformada por intelectuales, políticos, académicos, artistas y empresarios, ha sido seducción milenaria de mujeres y hombres, como el deseo de formar parte de la masonería.

 

Esta asociación enmarcada dentro del catálogo de grupos que maquinan contra la iglesia, que atentan contra la fe cristiana, convierten a sus adeptos especialmente a los fieles católicos, en sujetos que no pueden acceder a la Sagrada Comunión, pues sus principios son incompatibles a la doctrina de la Iglesia.

 

La ideología y doctrina masónica, extendida por el mundo, intervino y se quedó en México con los dos ritos más importantes. En 1825 el Rito Yorkino se fundó con la intervención de Joel R. Poinsett (embajador estadounidense); el Rito Escocés Antiguo y Aceptado nació en 1860 en Veracruz, y cinco años más tarde en la Ciudad de México con la protección de Maximiliano de Habsburgo.

 

Estos y otros ritos de inspiración masónica, mantienen la misma parafernalia, la misma logística para la realización de sus iniciaciones o forma de aceptación de un profano como ahí se les conoce.

 

El actual y muy conocido libro "Yo Fui Masón" del médico cirujano Maurice Caillet (de Criteria Club de Lectores), nos muestra la realidad y la fantasía de adquirir grados dentro de esa agrupación. Él se dejó deslumbrar por la propuesta de que con ellos podía poseer "La luz" y "el Conocimiento de la Tradición Primordial", un conjunto de saberes previos a los caldeos y egipcios de la Antigüedad.

 

"En este templo, al cual acaba de solicitar su ingreso, trabajamos sin descanso en la búsqueda de la Verdad", señala el texto.

 

El autor, quien se declaraba ateo, introduce al lector en la escena de una iniciación, la más impactante, la de su persona. Nos da el significado exacto y completo del rito, por ejemplo, vendarlo de los ojos para ellos "simboliza la ceguera en la que se encuentra el hombre dominado por sus pasiones e inmerso en la ignorancia y la superstición".

 

Para ser aceptado a la logia, debe haber transitado por diversas pruebas, una vez autorizado que puede continuar con el proceso de acreditación como hermano masón, al iniciado se le expresa: "Para gloria del Gran Arquitecto del Universo, acaba de superar victoriosamente la prueba de la tierra".

 

Importante es señalar quiénes o cuál rito es el que hace referencia al Gran Arquitecto del Universo. De acuerdo al lema de cada rito es como se les conoce su perfil ideológico y doctrinario. El Escocés es de evidente espíritu religioso y sus adeptos hacen énfasis "A la Gloria del Gran Arquitecto del Universo"; el Rito Nacional Mexicano, impulsor del laicismo dice: "Al triunfo de la Verdad y al Progreso del Género Humano".

 

El también especialista en ginecología y urología, Maurice, miembro del Gran Oriente de Francia, antes de ingresar a la logia, consideró que ahí era lugar para debatir las ideas en el marco de la laicidad.

 

Cabe señalar que los pertenecientes a las logias manejan como propio el término laicidad como sinónimo de laicismo, los cuales son dos términos muy distintos y distantes en su ejecución y acepción. Para que el lector no se confunda en las definiciones, a continuación se proporciona la explicación de ambas.

 

La laicidad procura las relaciones de cooperación entre el Estado y las iglesias, el otro (laicismo) trata de imponer una ideología de Estado por el que se quiere reducir el fenómeno religioso y la actividad de agrupaciones confesionales a su mínima expresión. Este último, el laicismo, es el que se gesta en las logias masónicas.

 

A través de la historia se ha hablado acerca de los grupos secretos, sobre su rígido código de fidelidad en el que el afiliado se compromete a respetar y mantenerse en la logia a costa de su vida. Incluso juran ante su constitución defender la vida de un hermano masón aunque su propia existencia corra riesgo.

 

El libro "Yo fui Masón" es recomendable para recorrer con la explicación del autor cada significado, prueba, desilusión del que ya pertenece, el silencio que deben guardar de lo vivido al interior de las logias, así como conocer por qué el católico debe abstenerse de formar parte de la fila de un grupo que hace perder la fe, la tergiversa, enreda, mancilla y expone a modificaciones caprichosas de quienes desean dominar los secretos de la naturaleza al creer ser como dioses.

 

Recomendamos ampliamente la obra, y les proporcionamos una excelente opción para adquirirla y conocer más acerca de esa agrupación llena de misterios y tan codiciada por los sedientos de poder y riqueza.


Para adquirir "Yo Fui Masón" de puede ingresar a Criteria Club de Lectores.

 

 

No hay comentarios:

Publicar un comentario