domingo, 3 de octubre de 2010

"Hombres y dioses", un conmovedor Thriller Espiritual

Por Lucero Velasco

Octubre / 2010

 

En medio de las montañas del norte de Argelia, viven ocho monjes franceses en la Abadía de Tibhirine. Respetados y queridos por la comunidad musulmana en la que radican, forman parte de la identidad de la región.

 

El asesinato de unos trabajadores extranjeros en manos de terroristas extremistas inicia una ola de violencia. Extranjeros y católicos, la vida de los monjes corre peligro, ante lo cual el ejército de Argelia propone la protección del monasterio. Oferta rechazada por el superior del mismo, Christian de Chergé.

 

Inicia entonces un recorrido en el alma y en el corazón de ocho hombres ante los cuales se presenta la posibilidad de partir de Argelia y abandonar a la comunidad con la cual han entablado profundos lazos de fraternidad, o bien, permanecer en el monasterio ante el peligro de la muerte.

 

Mientras que ellos se sienten inestables, como aves que no saben en qué rama reposar, son percibidos por sus hermanos musulmanes como "la rama en donde reposa la comunidad".

 

La historia se desarrolla principalmente entre los muros de la Abadia de Tibhirine, donde estos monjes cistercienses viven intensamente un proceso de discernimiento personal y en comunidad. 

 

En torno a una mesa, se entrelazarán las reflexiones de ocho hombres cuya duda evoca cuestionamientos ante sus propias convicciones morales, éticas, políticas y el sentido profundo de sus vidas. Habiendo entregado su vida a Cristo al entrar al monasterio, la situación los llama a vivir la radicalidad de esta entrega.  

 

Se trata de la película Ganadora del Premio del Jurado en el Pasado Festival de Cannes, "Des hommes et des dieux" ("Hombre y dioses"), que narra el hecho real del secuestro y asesinato de siete monjes franceses y los meses que preceden a su muerte, en marzo de 1996.

 

Cinematográficamente perfecta, en su reciente estreno en los cines en Francia esta cinta ha sido aclamada por la crítica como una historia absolutamente conmovedora y como un homenaje al amor, por ser profundamente humana.

 

Gracias a los cantos, oraciones, un ritmo particular, el silencio y una absoluta precisión en la iluminación, Xavier Beauvois, su director, presenta de manera impecable la vida monástica, entre trabajo, estudio y oración.

 

Actores que experimentaron, junto con Beauvois, un retiro de tres días en la Abadía de Taimé en Francia y que aprendieron a cantar como los monjes, logran portar con realismo el hábito y exponerlo ante las cámaras con una remarcable espiritualidad.

 

El diálogo interior y en comunión ante la decisión de irse o quedarse en Argelia, basado en testimonios reales, refleja tan profundamente el alma humana, que sería injusto no elogiar la irreprochable dirección de actores y el compromiso de cada uno de ellos con su propio personaje. Aspectos que le han valido a esta nueva joya de la cinematografía los calificativos de una auténtica "Profesión de fe" y de "Thriller espiritual".

 

Entre escenas cuidadas al extremo de la perfección, la obra encuentra su clímax en un momento que evoca la Última Cena de Cristo con sus discípulos. Con el fondo musical de "El Lago de los Cisnes" de Tchaïkovski –el único en la cinta, además de los cantos de los monjes–, la narración se despoja de las palabras. El silencio interior, la confianza y la fe desbordan el alma y se expresan en las miradas, los gestos, las sonrisas. 

 

Filmada en Marruecos, "Hombres y dioses" es también un deleite visual por los paisajes, los colores y las tradiciones del mundo musulmán. Aborda de manera sencilla y estremecedora el diálogo interreligioso. En medio de la brutal violencia y la muerte innecesaria, intenta acercarse al corazón del terrorista. Es sin duda alguna una cinta en donde se siente el amor y se respira la fe.

 

Beauvois, quien no se considera católico o religioso, expresó sentirse identificado con la frase de Juan Pablo II: "No tengan miedo". A lo cual ha comentado, que en un mundo en donde los gobiernos parecen querer infundirnos miedo, resuena esta frase que invita justamente a no tenerlo. Eso expresa su obra: el valor, la libertad humana y el amor que todo lo soporta y todo lo espera.

 

Habla de un hecho real, que hasta la fecha continúa siendo un misterio y un tema espinoso en las relaciones diplomáticas entre Francia y Argelia. Un asesinato, atribuido a grupos islámicos extremistas, y que pudiera ser obra del propio ejército argelino.

 

Una abadía que permanece a cargo de un monje que se ocupa de ella y que sigue siendo un punto de encuentro entre musulmanes y cristianos. Siete tumbas de siete hombres que se abandonaron a su vocación y al Cristo que tanto amaban.

 

"Hombres y dioses" y el tema que trata ha dado origen a una serie de reflexiones, debates, conferencias, dentro de la comunidad católica y de otras religiones en Francia. Ha hecho revivir en la prensa y en la sociedad el deseo de esclarecimiento de estos asesinatos. Pero la cinta no se limita a los creyentes, cristianos o musulmanes, sino a todo tipo de público, pues penetra a las entrañas del corazón del hombre.

 

Ejemplo de su pluralidad es el Premio del Jurado otorgado en el Festival de Cannes y la excepcional recepción en la crítica especializada tras su estreno en salas. Lo atestigua también su recién anunciada selección para representar a Francia en la contienda por la nominación de cintas de la categoría de Mejor Película Extranjera en los Oscar. Esta obra maestra del cine ha sido también homenajeada con el Premio del Jurado Ecuménico y con el Premio de la Educación Nacional, también en Francia.

 

Un gozo artístico, espiritual y humano, "Hombres y dioses" es una película para no perderse y que dará mucho de qué hablar.

 

 

 



No hay comentarios:

Publicar un comentario