miércoles, 8 de septiembre de 2010

Once años de lucha.


Por: Antero Duks

 

El movimiento de Independencia duró 11 años y hay quienes creen que fue un tiempo excesivo, mientras otros consideran que fue el necesario, pero más allá de esto, se debe comprender qué fue lo que provocó que durara dicho lapso.

 

Primero hay que entender cómo se gestó la Independencia, bien es sabido que se tuvo que adelantar el levantamiento en armas que se tenía planeado para el 2 de octubre en San Juan de los Lagos, a causa de las denuncias hechas ante las autoridades sobre la realización de una conspiración en contra del gobierno.

 

También sabemos que el cura Miguel Hidalgo decidió iniciar la lucha en la madrugada del 16 de septiembre, liberó a los presos y aprehendió a los españoles que se encontraban en Guanajuato.

 

Es decir, se trataba de un sacerdote que con poco conocimiento militar adelantó una guerra que todavía no estaba del todo lista y optó por auxiliarse con un ejército conformado por un pueblo molesto, que se armó como pudo, sin orden ni disciplina.

Los insurgentes se formaron como un grupo de bandoleros que saqueaban casas, violaban los derechos de quien quisieran, mataban sin ton ni son, basándose en un odio irracional, por lo que el conflicto se convirtió en una lucha entre clases.

 

Y es justamente la falta de estrategia militar lo que llevó a los insurgentes (que en un principio no se denominaban a sí mismos de esa forma) a que se dispersaran, debilitaran y que a un año de haber iniciado la lucha capturaran y fusilaran a los iniciadores del movimiento: Miguel Hidalgo, Ignacio Allende, Ignacio Aldama y Mariano Jiménez.

 

A estas alturas parecería todo perdido y lo lógico hubiera sido que terminara el movimiento independentista, pero fue la participación de José María Morelos lo que le brindó organización y definición a la lucha.

 

Durante esta etapa se definieron con claridad los propósitos del movimiento, se ganaron muchas provincias del territorio nacional, la batalla cobró forma y por primera vez se planteó la independencia de México del dominio español.

 

Pero para 1815 Morelos también fue ejecutado y se inició una época de decadencia, ocasionada por la falta de unión de los principales líderes, quienes además no tenían suficientes conocimientos militares.

 

Durante los siguientes cinco años el movimiento de Independencia se dispersó, cada quien peleaba por sus propios intereses y se había olvidado que tenían un objetivo en común.

 

Tras once años de revuelta, los criollos y el pueblo en general empezaron a ver perdida la rebelión, se dieron cuenta que tanto derramamiento de sangre y tiempo invertido no habían servido de nada.


Y es que al final parecía que ya sólo se luchaba por luchar y en algunos casos sólo por tener un buen pretexto para robar y matar.

 

Pero fue hasta que se promulgó el "Plan de la Profesa" cuando se le solicitó a Iturbide llegar a un acuerdo con el ejército insurgente, el cual era liderado por Vicente Guerrero. Esto desembocaría en el abrazo de Acatempan y en el fin del movimiento independentista.

 

La lucha surgió en medio del desorden y la indisciplina, elementos que arrastró durante 11 años y que no le permitieron evolucionar como debía, hasta que se dio cabida al diálogo y la negociación.

 


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