sábado, 3 de septiembre de 2011

ACUERDO NACIONAL POR MEXICO

 

Alberto Núñez Esteva

 

El miércoles 16 de febrero, el Museo Franz Mayer fue engalanado para recibir a un contingente entusiasta, numeroso y representativo de la sociedad organizada, que lanzó  la Convocatoria a las fuerzas políticas para alcanzar un Acuerdo Nacional que proporcione la guía que tanto necesita nuestro país, y nos permita, uniéndonos todos en lo esencial por encima de partidos políticos e ideologías,  no sólo sobreponernos a los graves problemas por los que atravesamos, sino que utilicemos  nuestro enorme potencial que no hemos sabido aprovechar. Más de 300 líderes sociales estuvieron presentes, y el Grupo Promotor del Acuerdo, integrado por 12 personalidades nacionales, dio el banderazo de salida.  Sobrepasan 100,000 el número de personas que apoyan esta iniciativa, iniciativa que coloca  los intereses ciudadanos al centro de las decisiones económicas, políticas y sociales.

Violencia que tiene arrinconada a la ciudadanía, producto, entre otras cosas, de la intolerable  impunidad y corrupción que invade a nuestro país; crecimiento económico raquítico, que impide generar los empleos dignos que requiere nuestra creciente población; educación insuficiente en su cobertura y  la calidad que exigen los tiempos actuales; sistema político cuya estructura da lugar a permanentes conflictos entre sus representantes e impide alcanzar los acuerdos necesarios para fortalecer nuestra aún incipiente democracia; pobreza y desigualdad que constituyen una deuda social que cargamos en nuestros hombros todos los mexicanos. Cada uno de estos elementos es causa y efecto a la vez. Unos se alimentan de los otros y golpean finalmente a la ciudadanía. La violencia, por ejemplo, quizás el problema más agudo por el que atravesamos, se alimenta de la impunidad y la corrupción, de la falta de empleos dignos, de la carencia de valores en la estructura del modelo educativo, de la pobreza que padece la mitad de la población, de la grosera desigualdad  que nos contempla y de la incapacidad de nuestros políticos para conducir a nuestro país por una ruta exitosa.

La ciudadanía levanta la voz y convoca a las fuerzas políticas, esto es, al  Señor Presidente de la República, a los congresistas, gobernadores, presidentes municipales, partidos políticos y miembros de la Suprema Corte de Justicia de la Nación, a alcanzar el Acuerdo Nacional  al que nos hemos referido anteriormente. La voz de una ciudadanía que ya no está dispuesta a contemplar pasivamente  cómo se nos va el país entre las manos; la voz de una ciudadanía que señala a la clase política, sin distingo de partido alguno, lo insatisfactorio de su actuación; la voz de una ciudadanía que está dispuesta a actuar y no sólo a criticar; la voz de una ciudadanía que espera una respuesta favorable a su exigencia, sabedora que el poder reside en el pueblo, de acuerdo a nuestra Constitución, y que sus representantes deben –debieran- luchar por el bien común, y no por sus frecuentes y mezquinos intereses particulares.

Seguir por la ruta que llevamos sin hacer algo diferente a lo que estamos haciendo, nos lleva al precipicio. La violencia y la insatisfacción están presentes y transitaremos hacia un proceso electoral en el 2012 en condiciones no sólo poco propicias, sino peligrosas. México no es Egipto, ni Libia, pero también tiene un pasto seco sobre el cual puede arrojarse un cerillo. Es el momento, entonces, de unirnos los mexicanos en lo esencial, sociedad y fuerzas políticas, y juntos trazar la ruta del país con visión de Estado y definir la tarea que le corresponde a cada una de las partes. Nada lograremos con sólo quejarnos. Ahora procede actuar. Los diagnósticos están a la vista, las rutas de acción se pueden debatir y encontrar los mejores caminos, pero siempre tomando en cuenta lo importante que es orientarnos a la acción, la acción responsable, la acción creadora,  la acción que conduzca al fortalecimiento de nuestras cada vez más débiles instituciones  y por tanto al fortalecimiento de nuestra incipiente democracia.

Todos los que queremos a México, este maravilloso país, debemos luchar por recuperarlo.  Algunos, pocos, han salido o saldrán huyendo, la enorme mayoría no tenemos esa posibilidad ni la aceptamos. Somos muchos los que queremos hacer algo para sacar a México adelante.  Llegó el momento. A partir de un Acuerdo Nacional que señale compromisos concretos y se impulse a nivel nacional, podremos pasar de la reflexión a la acción y transformar la desesperanza que nos invade en una justificada esperanza que conquistaremos paso a paso.

La sociedad organizada ya se expresó. Las fuerzas políticas empiezan a reaccionar favorablemente ¿Quién o quienes se quedarán callados? Pronto lo sabremos.

*Presidente de Sociedad en Movimiento

Ton­_nunez@hotmail.com

 



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